Varsovia.

Polonia es un gran país situado en Europa Central, con fronteras con Alemania, República Checa, Eslovaquia, Ucrania, Bielorrusia, Lituania, Rusia (enclave de Kaliningrado) y el mar Báltico. Su historia ha sido muy convulsa con invasiones de suecos, rusos y alemanes, y con fronteras que han ido cambiando hasta las actuales que han sido consecuencia de la Segunda Guerra Mundial. Actualmente es miembro de la Unión Europea, habiéndose producido su mayor crecimiento desde que se unió a ella. Sigue manteniendo moneda propia el zloty, (pln), un euro son unos cuatro zlotys. Es un país de mayoría católica por lo que no hemos de extrañarnos al ver la gran cantidad de templos de esta religión.

Para viajar dentro del país recomendamos utilizar el tren, muy moderno y con alta velocidad, no es caro y es bastante puntual. Nosotros habíamos aterrizado en Gdansk y tras pasar un día y medio en esta ciudad del norte nos trasladamos a la capital, Varsovia, utilizando el tren, que prácticamente salen cada hora o menos y con gran variedad de precios en función de la duración del viaje.

La capital polaca es una gran ciudad, llena de modernidad y dinamismo, en sus calles se mezclan grandes rascacielos de cristal con los edificios de la época comunista, colmenas de apartamentos todos iguales. Se observa una lucha continua en la que se van sustituyendo estas construcciones por los nuevos rascacielos. Se mantienen las grandes avenidas, surcadas por tranvías y con una circulación de automóviles bastante densa.

Lo primero que hice al llegar al hotel fue pedir un plano de la ciudad, prefiero los mapas en papel porque te dan una visión más completa de toda la urbe. Les pedí que me indicaran donde se encontraban los restos del gueto judío y me sorprendió su respuesta, no merece la pena, después descubriríamos que tenían razón.

Palacio de la Cultura y la Ciencia. Regalo de Stalin.

Avenida con rascacielos.

Zachęta – Galleria Nacional de Arte.

 

 

Nuestra estancia sería de un día y medio, llegamos por la tarde y tras buscar un lugar donde comer, esta vez tocó un restaurante griego-italiano que nos pareció genial, buena comida y no cara, ‘Olivos’, está cerca del hotel Hilton.

Itinerario primer día. (Cortesía de Google Maps).

Nos dirigimos hacía el este por la Avenida Grzybowska, donde se pueden observar los rascacielos mezclados con los antiguos edificios comunistas. De pronto nos encontramos con un muro de ladrillo de apenas veinte metros con una placa en la que se indica que pertenecía a la muralla del antiguo gueto judío creado por los nazis alemanes en la Segunda Guerra Mundial. Seguimos caminando y pronto encontramos la Sinagoga Nożyk, desde fuera no parece un edificio emblemático por lo que nos decepcionó, está escondida detrás de una pequeña arboleda. Es sorprendente como el régimen comunista no pareció tener interés en mantener estas edificaciones.

Restos del Muro del Gueto de Varsovia.

Placa conmemorativa Gueto.

Palacio Presidencia.

Continuamos hacía el este para llegar al parque Saxon Garden, donde encontramos el monumento al Soldado Desconocido, un sencillo lugar con varios pebeteros y dos soldados permanentemente de guardia. Presenciamos el cambio de guardia que se produce cada hora. Delante de este monumento encontramos una gran plaza sin árboles ni jardines, rodeada de edificios antiguos, entre ellos el Palacio Potocki, y detrás el hotel Bristol, en la misma calle un poco hacia el norte se encuentra el Palacio Presidencial y junto a él la Iglesia Carmelita.

Fuente en el parque Saxon Garden.

Monumento al Soldado Desconocido.

Galería Nacional de Arte. Zachęta.

 

 

Tras ver desde fuera el palacio Presidencial y entrar en la Iglesia de los Carmelitas, entrada gratuita y que merece la pena. Podemos ver la riqueza de la iglesia polaca, la gran devoción que le profesan al Papa Juan Pablo II y a la virgen Nuestra Señora de Częstochowa.

Palacio Presidencial.

Iglesia Carmelita.

Interior I. Carmelita.

Ahora nos dirigimos hacía el sur, por la avenida Krakowskie Przedmiescie, encontrando edificios de la universidad y como no templos católicos como Bazylika Świętego Krzyża. Llegaremos al monumento a Nicolas Copérnico, que se encuentra delante del Palacio Staszic. Contuaremos hacia el sur por la calle Now Swiat, atestada de cafeterías, bares y restaurantes. Hasta llegar a una calle peatonal, Foskal, donde los jóvenes y no tan jóvenes se reúnen para tomar cerveza. Al final de esta calle al lado de un parque se encuentra el Museo de Fryderyk Chopin.

De regreso al hotel escogimos la avenida Swietokrzyska pasando al lado del gran rascacielos que Stalin regaló a los polacos tras la finalización de la guerra. Actualmente se utiliza como centro cultural. Puede subirse a la torre y tener una panorámica de Varsovia.

Palacio de la Cultura y la Ciencia. Regalo de Stalin.

Palacio Staszic. Delante monumento a Copernico.

Rascacielos en Varsovia.

 

El segundo día nos dirigimos a la ciudad vieja de Varsovia, muy distinta del resto de la urbe, se denomina Stare Miasto, Partimos de la Avenida Solidaridad, llegando al parque Saxon Garden y dirigiéndonos hacia el noreste hasta el teatro Wielki, siguiendo hacia el noreste nos encontramos con el Castillo Real de Varsovia, delante hay una gran plaza con la Columna de Segismundo III, rey de Polonia.

Columna de Segismundo III.

Castillo de Varsovia.

Reloj en la Ciudad Vieja.

Desde aquí nos dirigimos a la Catedral San Juan de Varsovia, monumento también de ladrillo que puede visitarse. Continuamos por la misma calle hasta llegar a la plaza Rynek Starego Miasta, en cuyo centro se encuentra la escultura de la Sirenita de Varsovia. Preciosa plaza con casas típicas y chiringuitos de comidas y cafeterias. Cerca se encuentra la Antigua Torre de Varsovia.

Mirador sobre el Vístula.

Monumento a Curie.

Monumento al Levantamiento.

Seguimos hacia el norte por la calle Nowomiejska para llegar al castillo defensivo, también de ladrillo, la Barbacana de Varsovia, muralla defensiva, puerta con torres circulares que se utilizaban como entrada y defensa de la ciudad. Continuamos hacia el norte deteniéndonos en las numerosas iglesias y conventos, Iglesia De San Jacek, la Iglesia de la Visitación de la Virgen María, Iglesia de San Casimiro,… hasta que llegamos a un mirador sobre el rio Vístula donde se encuentra el Monumento a Madame Curie. Descansamos en los bancos que caen sobre el rio y disfrutamos de las vistas.

Plaza Rynek Starego Miasta

Sirenita de Varsovia.

Vista desde la Ciudad Vieja.

 

A continuación nos perdimos por las calles de este barrio, disfrutando de las casas típicas, de las iglesias y de las tiendas de souvenir y de ámbar. Buscamos un lugar donde comer los platos típicos polacos y una buena cerveza. Recomiendo el restaurante Zapiecek, en la calle Freta.

Barbacana de Varsovia.

Muralla de la Barbacana.

Iglesia de San Casimiro.

Tras una copiosa comida de pierogi, gulash, croquetas polacas y patatas, seguidas de un buen café expreso seguimos paseando por la ciudad antigua, llegando al Palacio Krasiński, con su parque aledaño y al Monumento a los Héroes de Varsovia, bastante moderno. Desde aquí volvimos hacia el Palacio Presidencial para recorrer las grandes avenidas y disfrutar del contraste entre lo antiguo y lo nuevo.

Monumento a Copernico.

Fabryka Norblina, ahora centro comercial.

Plaza del Castillo de Varsovia.

 

Itinerario segundo día. (Cortesía de Google Maps).

Respecto a la comida hemos de decir que hay mucha oferta y sorprende sobre todo la cantidad de pizzerías. Hay muchos restaurantes de comida tradicional donde se ofertan los típicos platos polacos, por cierto bastante contundentes. Destacar los pierogi (empanadillas), las sopas, y algunos platos a base de patatas. La cerveza magnífica y menos cara que el café.

 

Pierogi de carne, verduras, queso,…

 

Sopa de Gulash.

 

Puesto de salchichas.

 

Cerveza pilsen polaca:

Cerveza pilsen polaca.

Cerveza pilsen polaca.