León
He estado dos veces en esta ciudad, una de camino a Asturias hace años y la otra en el 2019, y ha cambiado bastante. Al menos no es lo mismo llegar en una carretera nacional que llegar en autovía, no sé si los cambios se deberán al gobierno de Zapatero que es oriundo de esta ciudad pero todo ha mejorado mucho.
Hemos de distinguir dos zonas principales, la antigua alrededor de la catedral con calles estrechas y donde se sitúan la mayoría de los monumentos, y la zona moderna con amplias avenidas que llegan hasta el rio.
Nosotros aparcamos detrás de la catedral en un aparcamiento público, aparcamientos San pedro, y desde ahí nos dirigimos al templo gótico dedicado al culto de la virgen y que data del siglo XIII. Desde fuera se ve impresionante con sus impresionantes torres y sus grandes rosetones y vidrieras, aconsejo verla de día y de noche con la iluminación nocturna. Por dentro he de decir que hace tiempo me niego a pagar para ver un monumento que recibe subvenciones estatales para sus reformas y mantenimientos, aunque siga siendo propiedad de la iglesia.
Desde la plaza de la Regla bajamos por la Calle Ancha, peatonal, que separa los dos barrios más antiguos y típicos de esta ciudad, Barrio Húmedo y Barrio Romántico, hasta llegar a la Casa Botines obra del famoso arquitecto catalán Gaudí y situada junto al Palacio de los Guzmanes sede de la diputación.
Podemos girar a la izquierda y entrar en el Barrio Húmedo en dirección a la Plaza de San Martín y de la Plaza Mayor, podemos recorrer sus estrechas calles y si es mediodía o al anochecer pararnos en alguno de sus múltiples bares para tomar una cerveza o un corto con tapa, degustar su morcilla de cebolla, las patatas fritas, chorizo al infierno, picadillo, jamón, queso, ibéricos, mejillones en salsa brava, sangre,… La costumbre parece ser ir de bar en bar tomando un corto, media caña, y la tapa típica del local.
El otro barrio que no podemos dejar de visitar es el Barrio Romántico o del Cid, que cada día está más de moda. Podemos comenzar desde la Casa Botines, hacía la Plaza del Cid, seguir por la calle del mismo nombre y llegar hasta el Arco de la Cárcel. Lo mejor es dejarnos llevar y callejear, y lo mismo que habíamos dicho para el Barrio Húmedo, comer tapeando entrando en alguno de los múltiples bares.
Por cierto no olvidar visitar las murallas que delimitaban el casco antiguo de la ciudad y de las que hay varios tramos, por ejemplo cerca de la catedral.
No debemos dejar de visitar la ciudad moderna que merece la pena, con sus grandes avenidas, sus aceras de losa de piedra, y de paso llegar a los demás monumentos de la ciudad, cómo el Convento de San Marcos, actual Parador Nacional. O llegar al rio Bernesga y seguir su ribera en cualquiera de los dos sentidos.
Ya que estamos en León conviene realizar una excursión para visitar las ciudades de Astorga y de Ponferrada, esta última con su fabuloso castillo de los Templarios.
De León a Ponferrada.