Camino de Santiago Portugués.
Aunque el camino portugués comienza en Lisboa, la ruta reducida corre por tierras gallegas comenzando en la localidad fronteriza de Tui, en total son seis etapas bastante homogéneas, lo que les hace el camino perfecto para aquellos que quieran comenzar los peregrinajes. Son unos 120 kilómetros, por lo que diariamente haremos unos 20 kilómetros. Estas son las etapas que haremos:
Día 1: llegada a Tui.
Día 2: de Tui a O Porriño (18 km)
Día 3: de O Porriño a Redondela (16 km)
Día 4: de Redondela a Pontevedra (19 km).
Día 5: de Pontevedra a Caldas de Reis (23 km)
Día 6: de Caldas de Reis a Padrón (20 km)
Día 7: de Padrón a Santiago de Compostela (25,2 km)
Día 8: vuelta a casa
Llegamos a Tui tras un largo camino en coche, era de noche y caía una suave llovizna, por lo que no pudimos realizar una visita de la ciudad. Eso sí buscamos un lugar donde cenar cerca de la Catedral, tomando unas cervezas y una empanada gallega. Había que acostarse pronto porque al día siguiente comenzábamos el camino. Recomiendo que antes de hacer la ruta entrenemos en nuestra ciudad, porque hay que estar preparado para jornadas de cinco horas que aun no siendo muy duras se van acumulando en las piernas.
Primera etapa. Tui-O Porriño. (18 km).
La primera etapa desde Tui a O Porriño no presenta gran dificultad. La etapa es suave y sigue el cauce del Río Louro alternando caminos con pistas asfaltadas, carreteras y al final un enorme polígono industrial, que podemos salvar si elegimos la alternativa por el entorno natural de As Gándaras y río Louro que incrementa la etapa en medio kilómetro. Como hemos dicho no hay demasiadas pendientes y tan solo hay que cuidar los cruces con la carretera nacional, que por cierto no están señalizados, se echa de menos pasos de peatones y señales a los vehículos para que reduzcan su velocidad.
El camino está muy bien señalado y encontraremos numerosas marcas en las piedras, árboles y en los mojones con una concha, una flecha y la distancia que nos queda hasta la meta, es decir hasta Santiago de Compostela.
Cuando llegamos a O Porriño, nosotros elegimos la vía alternativa, llegaremos a unas vías de tren y nos encontramos con la ciudad, cuyo origen está íntimamente relacionado con el Camino de Santiago, y que ahora es una importante villa industrial de la provincia de Pontevedra. Podemos ver en la zona céntrica el Palacio Municipal, una de sus grandes creaciones (1924), y la «Fonte do Cristo».
Segunda Etapa. O Porriño a Redondela. (16 km).
Abandonamos O Porriño y pronto alcanzamos la capilla de As Angustias. Caminamos por el arcén de la N 550, por lo que debemos prestar especial atención a los vehículos, mucho cuidado cuando cruzamos. Dejamos atrás el barrio de Amieiro Longo y llegamos al núcleo de A Rúa, que antaño fue capital municipal de Mos. El perfil se endurece con la subida hasta la capilla de Santiaguiño y se desciende por pistas de todo tipo y un paisaje humanizado hasta Redondela, villa situada al borde de la ría de Vigo.
En el centro de la ciudad encontramos el Albergue de Peregrinos. Buscando para comer nos aconsejaron el Restaurante Casa Mucha, en el que repetimos también de noche.
Etapa 3: de Redondela a Pontevedra. (19 km).
Quizá una de las etapas más rigurosas por sus subidas y bajadas, seguimos con el paisaje minifundista gallego. Tras una panorámica de la ría de Vigo, junto al primer alto el camino entra en el Concello de Soutomaior por Arcade, la bajada termina en Ponte Sampaio sobre el río Verdugo y de nuevo comenzamos otra ascensión a menudo sobre grandes losas que son la reminiscencia de un camino romano. Una vez en la cumbre descendemos esta vez con mayor suavidad hasta Bertola y la Capilla de Santa Marta. Ahora hemos de tomar la carretera hasta Pontevedra, un tramo final muy pesado.
El final de la etapa nos lleva al centro de la ciudad de Pontevedra, donde podremos disfrutar de su impresionante y bien cuidado centro histórico. La noche nos sorprendió con un buen chubasco, pero en Galicia están acostumbrados, así que nos refugiamos en la terraza de un céntrico restaurante, para tomar unas zamburiñas, una carne de cerdo en salsa picante y todo acompañado de un ribeiro de cosechero.
Etapa4. Pontevedra-Caldas de Reis.( 23 Km).
La situación del albergue de Pontevedra exige hoy atravesar todo el núcleo histórico de la ciudad hasta el Ponte do Burgo sobre el río Lérez. Después el camino pasa junto a los diminutos núcleos rurales de las parroquias de Santa María de Alba y Cerponzons y llega hasta San Amaro, a través de una fresca senda. Después nos encontraos por el Concello de Portas, seguimos por un tramo de pistas sin apenas sombras que finaliza a la entrada de Caldas de Reis, villa termal regada por los ríos Umia y Bermaña.
A la llegada cruzamos el rio Umia y a la izquierda nos apostamos en una mesa de la terraza de un restaurante donde nos comimos un cocido gallego con su caldo, todo regado con un buen ribeiro que nos servían en unas pequeñas botellas. Desde nuestra mesa podíamos ver cómo iban llegando los peregrinos.
Etapa 5: Caldas de Reis a Padrón. (20 km).
Etapa cómoda como las anteriores y embriagada de nuevo por el entorno rural gallego, con sus casas dispersa y los maizales y cruceiros. Al Concello de Caldas le suceden los de Valga y el de Pontecesures, donde comienza la provincia coruñesa. El final en Padrón donde según la leyenda jacobea desembarcaron los discípulos con el cuerpo del Apóstol Santiago en el año 42 o 44 de nuestra era.
Llegamos a Padrón entrando por la alameda que hay al lado del rio, allí encontramos un restaurante donde nos sirvieron un buen menú de cazuela de garbanzos con bacalao y un filete de cerdo de segundo, junto a un buen tinto de la zona.
Por la tarde visitamos la ciudad con sus iglesias y sus calles empedradas, vimos la columna donde amarraron la barca que llevaba al apóstol Santiago, al menos eso dicen,…. Por la noche cenamos en una terraza de nuevo unas zamburiñas y unos chorizos al vino.
Etapa 6: Padrón a Santiago de Compostela.(25,2 km).
La última etapa puede dividirse en dos mitades, una primera casi plana hasta el albergue de Teo y una segunda más fatigosa hasta la propia catedral de Santiago. Atravesamos el valle del río Sar, después el santuario de A Escravitude y así llegamos al alto de O Milladoiro —el “humilladoiro”, es decir, donde los peregrinos se “humillaban” o arrodillaban al ver por vez primera la catedral.
Tras atravesar gran parte de la ciudad, se hace pesado, llegamos al parque de la Alameda, y a las puertas del centro histórico nos sentamos en una terraza desde la que dominábamos la llegada de nuestros amigos peregrinos. Después fuimos a acreditarnos, durante todas las etapas teníamos que sellar nuestro libro de peregrino, al menos tres veces en cada etapa del camino. Al final todo muy ordenado y nuestro título en la mochila.
Tras descansar, visita al centro histórico de la ciudad, sorprendidos por la cantidad de peregrinos y personas que llenaban las calles. Al final encontramos una mesa en la puerta de un restaurante donde tomamos un buen pulpo y otras cosas.
Y como dicen ¡¡¡ Buen camino !!