Tenerife en tres días

Viajar a las Islas Canarias sobre todo en invierno es una gozada, pasar del frio de la península al clima templado se agradece, pero es que además en la isla de Tenerife a ello se le une el gran contraste entre el norte y el sur, en el primero tenemos un clima más húmedo con abundante vegetación, mientras que en el sur encontramos un clima más seco y veraniego.

Llegamos al aeropuerto de Tenerife Norte al mediodía, tras desembarcar fuimos a recoger el coche, algo imprescindible si queremos visitar la isla en tan pocos días, (habíamos alquilado con TopCar y el vehículo que nos ofrecieron estaba muy bien). Nos dirigimos a nuestro hotel en Santa Cruz de la mano de Google Maps, imprescindible para movernos con facilidad y sin perdernos, cerca de la Plaza de España en la zona peatonal de la ciudad. Teníamos tres días y medio para disfrutar y habíamos pensado realizar tres itinerarios, norte, sur, proximidades a Santa Cruz y la primera tarde visitar la ciudad.

Itinerario en la ciudad. Cortesía de Google Maps.

La tarde del primer día deambulamos por las zonas peatonales de la ciudad cercanas al hotel, lugares concurridos llenos de comercios, bares y restaurantes.  Partimos de la Plaza de la Candelaria, patrona de Tenerife, y nos dirigimos al este hacía la Plaza de España, encontramos «el Charco» un lago artificial debajo del que se encuentra el  centro de interpretación del castillo de San Cristóbal. Pasear por la zona, hay algunos pubs y restaurantes. A continuación nos dirigiremos hacía el oeste y por una de las calles peatonales que suben llegamos a la Parroquia de San Francisco, en una pequeña plaza donde encontramos varios restaurantes con sus terrazas, por ejemplo La Rebotica un tradicional restaurante muy agradable, subimos por la calle del Padrón hasta la Plaza Principie de Asturias, coqueto lugar con un quiosco en el centro, desde allí nos dirigimos hacía el sur y encontramos la pequeña Plaza del Chicharro, llamada así porque en ella encontramos una escultura de este pez. Estamos en una zona peatonal plagada de comercios y de bares, seguimos hacía el sur para encontrarnos con el Teatro Guimerá, construido sobre el solar que ocupaba el antiguo convento de Santo Domingo e inaugurado a mediados del siglo XIX. Desde aquí y atravesando el Puente Serrador, que salva una antigua rambla ahora urbanizada, llegamos al  Mercado de Nuestra Señora de África, la Recova, edificio de estilo neocolonial inaugurado en 1943, donde además encontramos algunos bares que sirven los frescos pescados de las islas. Buen sitio para comer, (ojo no abren de noche),  disfrutar de por ejemplo una Vieja frita, el pescado más preciado de las islas. Justo enfrente encontramos el TEA, Tenerife Espacio de las Artes, que además dispone de una amplia biblioteca llena de estudiantes. Al lado de este moderno edificio se encuentra el Museo de la Naturaleza y la Arqueología. Al otro lado de la rambla podemos divisar el campanario de  la Iglesia de la Concepción, del siglo XVI, de estilo toscano y construida a base de piedra volcánica. Desde aquí podemos volver a la Plaza de la Candelaria, y buscar algún bar o restaurante donde cenar en una de las calles peatonales que suben desde la Plaza de España.

C:\Users\Manuel\Pictures\Tenerife_01_23\IMG_8567.JPG
Iglesia de la Concepción

Mercado Nstra Sra. de África.

Iglesia de San Francisco.

Lago, Plaza de España.

Plaza del Chicharro.

C:\Users\Manuel\Pictures\Tenerife_01_23\IMG_8562.JPG
Cartel comercio en el centro de Santa Cruz.

El segundo día en la isla vamos a hacer un itinerario por el norte, llegando hasta Buenavista para después ir volviendo y comer en la Orotava o en La Laguna. Las carreteras son buenas habiendo autovía hasta la mitad, pero el tráfico es denso y hay que tener cuidado. Llegamos a Buenavista, con el cielo nublado y ligera llovizna, en el camino habíamos tenido la oportunidad de ver la imponente cumbre del Teide, pero ahora el cielo estaba cubierto. Buenavista es una pequeña población, lo más importante es su iglesia y su pequeño parque, lo demás es caminar un poco por sus calles de casas bajas. Decidimos subir hasta el precioso pueblo de Masca, la carretera era sinuosa atravesando barrancos llenos de vegetación, es un lugar para disfrutar de la naturaleza, lo malo es que todo está a tope y es difícil hasta encontrar donde aparcar el coche. No estuvimos mucho tiempo porque aún nos quedaba mucha ruta. El siguiente pueblo era Garachico, en la costa con sus piscinas de roca que sustituyen a las playas, la verdad es que fue la población que más nos gustó, tanto la parte rocosa de la costa con el mar embistiendo, como por sus calles llenas de encanto, recomiendo perderse por ella. Entramos en la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, donde nos encontramos una exposición de los pasos de su famosa Semana Santa .

C:\Users\Manuel\Pictures\Tenerife_01_23\IMG_8580.JPG
Buenavista.

C:\Users\Manuel\Pictures\Tenerife_01_23\IMG_8603.JPG
Casas en Garachico.

C:\Users\Manuel\Pictures\Tenerife_01_23\IMG_8602.JPG
Convento de San Francisco. Garachico.

C:\Users\Manuel\Pictures\Tenerife_01_23\IMG_8590.JPG
Escultura de Tensei Tenmoku, Garachico

C:\Users\Manuel\Pictures\Tenerife_01_23\IMG_8608.JPG
El castillo de San Miguel. Garachico.

C:\Users\Manuel\Pictures\Tenerife_01_23\IMG_8611.JPG
Casa de la cultura. La Orotava.

La próxima parada Icod de los Vinos, donde también nos costó una enormidad encontrar aparcamiento. Nuestro objetivo era ver el drago milenario y tomar un café en una casa típica Canaria con tienda de cosas típicas y  terraza al lado del drago. No estuvimos mucho tiempo en esta población pues queríamos llegar a la Orotava y comer allí, así que de nuevo nos sumergimos en el tráfico y subimos hasta esta población que como todas se caracteriza por unas calles bastante empinadas. Aquí fuimos directamente al parking que se encuentra en la zona alta de la ciudad, y desde ahí comenzamos nuestra visita, recorriendo sus vistosas calles de casas de balcones de madera, parques magníficos, palacios e iglesias. Las vistas son excepcionales, recomiendo visitar los Jardines Hijuela del Botánico en el Ayuntamiento, con su drago centenario, la Casa de los Balcones, la Iglesia ce Nuestra Señora de la Concepción, el Liceo del Taoro, el jardín Victoria,…. Y sumergirnos en sus calles. Para comer fuimos a Casa Lercano, un excelente lugar con una comida muy bien elaborada: queso asado canario con mojo, pulpo con papas arrugadas, rodaballo con papas canarias,….

Drago en Liceo del Taoro.

Liceo del Taoro. La Orotava.

La Casa de los Balcones. La Orotava.

La Casa de los Balcones

Patio en casa de la Orotava.

Jardines Hijuela del Botánico

Después de un descanso merecido, además del coche subir las calles empinadas de la Orotava es un ejercicio sano y duro.

La siguiente ciudad a visitar era el Puerto de Santa Cruz, y cuando llegamos nos dimos de lleno con masas de turistas con sus pantalones cortos y el rojo de su piel por exceso de sol,… no nos gustó y no perdimos demasiado tiempo pues preferimos volver a Santa Cruz para perdernos en sus calles peatonales y pasear por el paseo marítimo que se extiende al lado del puerto.

Itinerario norte. Cortesía de Google Maps.

El siguiente día nos dirigimos hacia el sur por la autovía TF1, que corre paralela a la costa oriental de la isla, una vía con muchísimo tráfico donde sufrimos varias retenciones especialmente en las salidas del aeropuerto Tenerife sur, y en las zonas de la playa de las Américas. Esta vez fuimos directos a la Costa de Adeje, y  salimos en Puerto Colón, donde aparcamos en el muelle para caminar por el paseo que corre junto a la costa, aquí las playas están protegidas por diques o piedras del océano. También una zona demasiado turística que además en este mes de enero está hasta los topes. La temperatura era muy buena, hacía calor,  estábamos lejos de las nubes y de la lluvia que caía en el norte de la isla. El Teide estaba oculto por una masa negra de nubes. Subimos a Arona y a Santiago del Teide, pero la suerte no nos acompañó y la lluvia y las nubes nos impidieron disfrutar de las vistas.

Puerto Playa de San Juan.

Acantilado paseo marítimo Playa de San Juan.

Puerto Colón. Costa de Adeje.

Caímos desde Santiago del Teide hasta la costa, al lado de los acantilados de los Gigantes, llegando a la Playa de San Juan, una zona sin los hoteles y grandes edificios que cubren el resto de la costa. Chales y apartamentos de cuatro plantas como mucho, y un puerto pequeño, que a la vez sirve de protección a las dos pequeñas playas del municipio. Aquí comimos en un restaurante del paseo marítimo, un excelente pescado, brocheta de pulpo, almejas,.. había que ir al mostrador y elegir el pescado, fresco y variado. Restaurante y Taberna Marinera Agua y Sal. Después unos cafés y caminata por el paseo marítimo, muy agradable y poco concurrido, con el mar golpeando contra las rocas.

Itinerario Sur. Cortesía de Google Maps.

El tercer día lo dedicamos a visitar lo que nos había quedado, comenzando por la famosa playa de las Teresitas, San Cristóbal de la Laguna y Santa Cruz de Tenerife. La primera cerca de la capital, una coqueta playa de arena amarilla perfecta para tomar el sol y bañarse. Después nos dirigimos a La Laguna, donde fue una auténtica odisea aparcar, al final lo hicimos en una barrio a quince minutos de camino del centro monumental. Llegamos a la  Plaza del Adelantado, desde aquí parten las calles más bonitas de la ciudad.En su recorrido encontramos la Ermita de San Miguel, el Ayuntamiento, la fuente de mármol, Iglesia y Convento de Santa Catalina de Siena, El Palacio de Nava, edificio con elementos barrocos, manieristas y neoclásicos,  destaca en la Plaza del Adelantado por el color negro de su fachada. Subimos por la Calle la Carrera donde se concentran la mayoría de edificios históricos y lugares de interés. El convento de San Agustín, antiguo palacio de estilo barroco, sede del Obispado de Tenerife, y Parroquia Matriz de Nuestra Señora de la Concepción. Monumento Histórico Nacional…. Es un centro histórico muy bien conservado, donde destacan los edificios con balcones de madera y las puertas y ventanas rectangulares de grandes dimensiones. En el mismo centro podemos disfrutar de bares y restaurantes con terrazas. Ojo en La Laguna la temperatura es siempre inferior a la de Santa Cruz y merece la pena llevar algo de abrigo. Para terminar  visita al Parque de Anaga, un auténtico bosque tropical, con acceso muy escarpado y con rutas interesantes para los aficionados al senderismo. Para comer nos fuimos al Mercado de la Virgen de África para degustar unos pescados.

Círculo de Amistad XII de Enero.

Interior Restaurante La Rebotica.

Playa de las Teresitas.

Casa típica de la Orotava.

Catedral de San Cristobal de La Laguna.

Iglesia de Nª Sra. de la Concepción.

Por la tarde visitar el mayor parque de Santa Cruz, el de García Sanabria, el museo de Casa del Carnaval, que nos muestra la esencia de esta festividad en Tenerife, acercarnos al Palmetum, jardín botánico, y pasear por las calles del centro de la ciudad.

Como siempre nos faltan días para poder recorrer con tranquilidad esta maravillosa isla; prometemos volver.